Formidable

Caminaba así, con un suspiro eterno en el brillo de sus pupilas

Como siguiendo una danza coordinada su pelo, su bufanda, su cintura tan breve

Recorrían los andenes de una estación nublada

Ella era maravillosa, ella era de otro mundo

Las comisuras de sus labios tenían un aliento a bohemia

Me daba la impresión de que cada vez que esbozaba una sonrisa

Una orquesta completa de violines melancólicos comenzaba a dar un concierto

En alguna parte del mundo

Ça voulait dire tu es Jolie, la Bohème

La Bohème era ella, así de trágica, de perecedera, de inadvertida

El corazón roto con un golpe seco se le había transformado en una rosa de tinta

Boom! Serena, al ritmo de su pelo efímero

Ella era tan maravillosa

Su misterio, su atmósfera, su cadera bailaba entre los trenes

Tan irrepetible como las lilas de Montmartre

Yo la seguía como un fantasma a caballo, ajena a su alma

Sonaba en mis auriculares: “you are the one for me , for me, for me, formidable”

Imaginé que se giraba y clavaba sus ojos negros y trágicos en mí

Imaginé una carcajada dinamitar en sus labios rojos

Y que cogía mi mano y bailábamos como en Siete Almas

Una danza de despedida inminente

La vi alejarse y entrar en el tren

Cómo posando sus dedos en el cristal acariciaba su hielo

Y lanzaba un beso al horizonte.

No a mí, al horizonte

Sonó el pitido chirriante del tren marchándose

 

Salí a la calle mojada, me escondí bajo mi bufanda de cuadros

Ya no había nubes, starry starry night

Elle était formidable, il était fort minable

Ella era maravillosa, él era un miserable

El que le prendió fuego al corazón para dejarla sola en ese andén extranjero

Miserable, se lio un porro con las cenizas del corazón de ella

Miserable, elle était formidable

Y su alma inconformista

Una mirada así no se olvida de cualquier forma
Aquellos ojos tan desconcertantemente redondos parecían acunar sus pupilas con una música que nadie más podía oír
Cuando ella te miraba te quedabas en silencio porque su semblante no daba pie a debates, a interpretaciones de nada, solo estaba ella, allí, mirándote
Tan segura y tan perdida a la vez,
Tan calmada y tan vacía,
Tan desobediente y tan injustamente sumisa
Tan libre y tan presa como el canto en una jaula
Tan alegre y tan desolada como el sonido del agua del río
Un espíritu tan fuerte pero un alma tan frágil
A la espera de todo, a la espera de nada
Con intención de construir los castillos de arena más resistentes que nunca nadie hubiera tenido la osadía de construir
Estaban sus rizos castaños tan cerca de las nubes.. .Sin embargo sus pies tan ocultos en la tierra como las raíces de un roble
Tanto contraste en una sola mirada…
No sabías si enamorarte de ella para siempre o acunarla entre tus brazos y quitarle importancia a todo y decirle que lo único importante eran ella y sus ojos y su alma inconformista

Un día sin tiempo

Vamos a hacer un paréntesis en el tiempo, y vivir un día sin él

Las miradas que se quedan tras tu figura en la acera, las caricias de otros en mi cuello

«Los amores cobardes no llegan a amores ni a historias, se quedan allí»

Vamos a olvidarnos del amor cobarde y mañana no recordaremos nada

Me pondré los zapatos y me iré a la facultad como un día cualquiera

Pero las paredes no se olvidan de tu nombre, ni de mi cara

Y yo sí, y tú también, tú te olvidas, nos olvidamos

Vamos a vivir el día sin tiempo que necesito

Un día en el que la metáfora deje de ser una simple palabra

y tus ojos se fundan con los míos en una espiral eterna, más eterna sin nosotros

eterna por un día, por un segundo en la eternidad cruel del mundo

Que mi cintura sea el valle más pronunciado de tu realidad

Que el mar que te cuelga de las pestañas sea las vistas desde la ventana de mi habitación

Que el suelo no exista y nosotros volemos

Tus pasos en el pasillo suenen como tambores indios y nos transporten a la selva más salvaje y pura de la tierra

Que la puerta se cierre en los oídos y no en el corazón

Que la luna atraviese el techo y nos deslumbre a plena luz del día

Que tu boca no se cierre nunca, sólo durante un día

Que yo llore y mis lágrimas sean cascadas alegres y poderosas que te hagan reír

Que me tropiece y caiga en blando y me olvide de ti y de mí y sólo mire a la luna

Y la ingravidez sea el estado natural de las cosas, y mi mente rebose de tantas emociones

Y me duerma sola en la selva, flotando, con la luz de la luna en los párpados

Y me despierte en un día con tiempo, con ganas de todo, me ponga los zapatos

Y salga por la puerta de una eternidad compartida contigo que acaba de terminar.