Hoy me quedo el azul, las rodillas y los huesos

Aprendo despacio y poco a poco

Azul a azul, violeta a violeta

Rojo a rojo

De dentro hacia fuera, creo

Pero también de fuera a dentro

Si no chupo lo de fuera y me alimento

¿Cómo hago la digestión

para que lo de dentro

haga metamorfosis y me pinche las entrañas?

Hay una bruma espesa de ideas que me envuelve siempre

no es aura, no son energías de amor ni belleza

Es pura lógica, fría y azul

Como la piedra nuclear de lo intelectual

Que detesto a veces y me parte

Pero que es la esencia misma

de lo que soy

Con todas esas palabras ininteligibles y esos posicionamientos elevados

que me brotan a borbotones de la garganta

cuando argumento bien y no siento la gravedad bajo los pies, y ciego de luz al otro

Y me empieza la cacofonía en los oídos fuerte y silbante

Esa bruma no me marea,

me mantiene pegada al suelo,

materia densa pero moldeable,

opaca y ligera como una nube a punto de parir nieve y desaparecer

Azul a azul, violeta a violeta,

Rojo a rojo

Jazmín a amapola

De la piel a la sangre,

de la pasión a la razón

Hoy me quedo con la sangre simple y pura, y con la razón

Me quedo con las rodillas blancas, heladas y duras contra los azulejos de cerámica

Con ellas y con los nudillos apretados contra mi sien

picando como mineros, sacando, rompiendo, construyendo

Hoy no elijo mis muslos de madera flexible, ni mis labios, ni la piel

Reniego de la carne y de los colores cálidos

Hoy solo te quiero a ti, azul

Azul frío, hoy solo quiero los huesos, las venas y los papeles blancos

Crema dura, quemadura

Se me enciende el primer chakra cuando te miro la piel

esa piel de otro mundo,

luna de agosto,

tan blanca que se me antoja irreal

Quiero recorrerte cada rincón del torso con la lengua

quiero aplastarla fuerte contra tus venas y sentir tus latidos

Moverme encima de tus rodillas como un péndulo errante

Quiero abrir tanto mi boca

que abarque tanto de ti que ya no haya límite

Quiero tocarte con las palmas anchas de quien coge agua en el río un día de verano

y se la lleva a los labios secos y salados

Quiero agarrarte completo, redondo, tibio

con mis palmas de pan recién hecho

Amasarte los músculos un domingo por la mañana

con la luz entrando por la persiana de madera

Quiero dibujarte caminos empapados en el cuello

y dentro de las orejas

hacerte temblar , ponerte tenso, lleno, duro

Quiero que tus manos me aprieten despacio

como si mi cintura fuese cerámica en un torno

Quiero llenarte de agua, de aceite y de canela

Quiero abrirme como una flor en time-lapse

y que me llenes entera, mi espalda se curve y yo sostenga la respiración

Quiero que undas tus labios entre mis piernas

y nos sintamos inmortales y parte del universo

Que los límites de nuestros cuerpos se deshagan en el todo

Que en la habitación haya tanta agua que tengamos que abrir las ventanas y las puertas

Que el Albayzín se llene de ríos con olor a jazmín

que el Darro se ensanche tanto que por la mañana todo el barrio se levante confuso

y embriagado como en El Perfume

Quiero llenar tu cuerpo, trigo y lluvia,

de saliva, limón y flores

Quiero explosionar en una danza frenética

pero suave

encima de ti, rítmica, primitiva, divina

Quiero llenarte de todo

y que me llenes

Y reventar los cristales con gemidos

que la onda sonora baje todo San Gregorio como un huracán

y las lámparas de las teterías estallen

Y entre la confusión suenen las campanas de la iglesia del Paseo de los Tristes

Y caer a tu lado despúes

colmada, mojada, fibrada y suave

que mis ojos se tornen vidriosos y se me rasguen

se me ricen las pestañas y me ría por dentro,

y te sonría por fuera

Te quiero ver así,

Vulnerable, contento, calmado, satisfecho, blando

Y sin miedo.

Salam

Escrito en 2017

El vacío absurdo de mi cuerpo en caída libre ante palabras

Ante esas palabras que me arrebatan la parte de futuro egoísta

que quería construir contigo

Un mensaje frío que me raja las expectativas

la impotencia de perderte del todo cuando en silencio

había dado el primer paso para tenerte a mi lado

de alguna absurda y utópica manera a mi lado

A mi lado tus ojos oscuros, tus rizos aéreos

Te pierdo sin haberte tenido

sin haberme atrevido

para no romperte

Para no romperte me he mentido, me he convencido, me he arrepentido, me he hecho olvidar

Olvidarme de la corriente de aire que me atraviesa las costillas cuando pronuncio tu nombre, Salam

Cuando te encuentro tras los cristales, tras el cuaderno

Cuando te encuentro detrás de tu timidez. A ti

Se me escapa entre los dedos tu persona etérea

y el aire, que tiene mucho más sentido cuando lo expulso en tu dirección,

cargado de palabras superfluas y cotidianas que no nos interesan

Me gustaría haber reciclado ese aire en contarte

que cuando te miro el mundo es menos feo,

que mis días mejoran si tú estás dentro

Que provocas en mi corazón explosiones de ternura y amor fraternal

que en mi mente expande paz tu nombre

y se me llenan los labios y el pecho al pronunciarlo, Salam

s a l a m

Me gusta imaginarme El Cairo hace quinientos años

y las calles de Kabul hace cien

y tu Siria toda entera sin romper hace veinte

Me gusta imaginarme a millones de personas que durante siglos

se saludan con tu nombre:

mujeres, hombres, niñas que compran el pan en Damasco

y antes de pedirlo dicen tus cinco letras

El mundo entero te llama

a ti, cada día, sin saberlo

Porque dentro de ti albergas al mundo entero

y la respuesta y el camino a todo son tus cinco letras

Salam, que bailan en mi boca y me resuenan a vida y paz y a ecos de otro mundo

a amores de otro mundo

y jardines de otro mundo

Tu nombre cicatrizado bajo mi clavícula

Te me escapas despacio e inalcanzable no físicamente

sino moral y espiritualmente

Renuncio a ti desde lejos y en silencio

sin que tú lo sepas

Para no romperte

Implosionar

Para que yo me de la vuelta
A la piel como si fuera reversible
Y me vuelva un animal psicodélico
Y enérgico
dentro de mi propio cerebro
La cabeza latiéndome
Mil imágenes a mi alrededor
Y mis piernas flexionadas
Para lanzar un grito que retumbe por toda la ciudad
Para que me salgan serpientes y luces
Del estómago
Y rompa mi garganta en silencio pero con fuerza
Con toda la fuerza del mundo
De cada célula
De cada color morado y verde eléctrico
Para que el agua hirviendo me resbale por la piel sin quemarme
Porque tengo tanto fuego dentro
Una leona en una discoteca vacía
Una gorila aterrizando en el suelo
Y el polvo que la envuelve, que estalla bajo sus pies
Bajo mis pies
La fuerza
Esa fuerza
Esas cuerdas eléctricas
Para que yo me ponga la piel del revés y grite
Y vomite mis entrañas en forma de poesía mal escrita
Y grite
Y grite
Sólo necesito este abismo
Agridulce
De vértigo azul oscuro
Que ni siquiera tiene tu nombre
Este vértigo que me atraviesa como una flecha y me lanza a las estrellas
Me faltaba esta droga dopamínica


Apártate y deja que implosione desde dentro hacia fuera
Si te tocan las ondas expansivas
No es a propósito
Quiero implosionar
Joder, echaba de menos implosionar
Tirarme al vacío
Echaba de menos ser humana

Una noche de octubre en Albayzín

Pensaba ayer en la trágica belleza de buscar a Amal a las dos de la mañana con esta luna
Por un Albayzin desierto, dormido
La Alhambra iluminada y roja, al-hamra, la roja, la que me acompaña cada noche como a tantas otras desde hace siglos
¿Acompañaría la Alhambra a Lorca en noches sosegadas de desamor y alegría secreta, como me acompaña a mí?
¿A qué hora del día escribía?
¿Escribía de noche Federico?
¿A él ambién le provocaba esta alegría inconfesable el encontrar nuevos objetos de carne y hueso para alimentar su poesía?

Es casi cruel, creo, solo necesitas existir,
yo no necesito tocarte
Para inspirarme
De hecho, quédate así, lejos y cerca
A la vez

Le veo con su chaqueta de traje marrón, a Federico, como la que mi abuelo lleva en fotos viejas donde parece Ben Affleck en Pearl Harbour
los pobres de antes siempre iban bien vestidos
Veo a la luna en sus costuras y a él mirando su cuaderno, el aljibe le abraza por la espalda
¿Estabas en la misma fuente que yo cuando lo veías todo verde, Federico?
Así lo veo yo con esta luz, todo verde
Y me pregunto si te sangraba el pecho de rosas morenas igual que a él, y por eso lo escribiste

Paseando, el jazmín que se desborda por estas callejas y que huele
a las noches de verano de las niñas granaínas
Me perfora las fosas nasales como una flecha
hasta el cerebro
Como una bala de olor en el centro de mi frente
Vértigo
Detrás de los ojos
Los cierro, pestañeo
Mi frente se enfría y la siento dolida
Como cuando trago helado de mango muy rápido.
Y me posee entonces una nostalgia insoportable de algo que nunca tuve
O no en esta vida
Algo lejano, cálido, borrado por la memoria del tiempo que nadie anota ni cuenta, del que nadie escribe
Niñas jugando, gatos, gritos, el agua cayendo en la piedra, una vecina cantando, el Albayzin volviendo a ser barrio
Nostalgia de un pasado de película mediterránea en sepia

Me quiero abrir el pecho en dos y meter todo el cartucho para volverme una criatura etérea y cálida con pantalones cortos y gorra, que corre por una calle de piedra hablando italiano o quizás con suerte me vuelvo Malena.

Eterna y trágicamente, en la comodidad de lo irreal


Y vuelvo, y me recuerda el jazmín a pasear a tu lado
¿Cómo puede el jazmín recordarme a ti tan pronto?
¿Y la pintada sobre el que canta a la libertá que nunca tuvo? La de encima de mi calle
¿Cómo puede el Darro evocarte en mi mente cuando lo pasée con tantos antes que contigo?
Cuando lo dibujé con tantos antes que contigo
Lo desconozco, y me gusta
Te desconozco, y tú también me gustas
Aún así

Por muy cruel que esté siendo haciéndote esto
Ya existes aquí
Al final de este poema