Me imagino que todo este deseo y este amor es el amor al mensaje, no al mensajero
Me imagino que toda esta materia inestable que se pega a mi piel y a mi pecho hoy es la obra de las máquinas de la esperanza
regadas estos días por las mentes y su expansión, por la supuración de la cura en lo posible, en lo concreto,
regadas por ese pus que se transforma en agua al pasar del cerebro al corazón
Sano, y porque sano mi corazón late, sano porque hoy siento esperanza y no desolación
porque siento colectividad y no aislamiento
Riego mis plantas hoy con las lágrimas de lo posible, con el bostezo somnoliento de una luz compartida, con la ilusión fundada de un mundo más justo
Un mundo en el que todas y todo seamos sujetos y escuchemos al despertar la risa de un amigo, el juego de las niñas, y no los silbidos de las bombas
que nos llenen las sábanas el olor del café y no el de la pólvora