Escrito en 2017
El vacío absurdo de mi cuerpo en caída libre ante palabras
Ante esas palabras que me arrebatan la parte de futuro egoísta
que quería construir contigo
Un mensaje frío que me raja las expectativas
la impotencia de perderte del todo cuando en silencio
había dado el primer paso para tenerte a mi lado
de alguna absurda y utópica manera a mi lado
A mi lado tus ojos oscuros, tus rizos aéreos
Te pierdo sin haberte tenido
sin haberme atrevido
para no romperte
Para no romperte me he mentido, me he convencido, me he arrepentido, me he hecho olvidar
Olvidarme de la corriente de aire que me atraviesa las costillas cuando pronuncio tu nombre, Salam
Cuando te encuentro tras los cristales, tras el cuaderno
Cuando te encuentro detrás de tu timidez. A ti
Se me escapa entre los dedos tu persona etérea
y el aire, que tiene mucho más sentido cuando lo expulso en tu dirección,
cargado de palabras superfluas y cotidianas que no nos interesan
Me gustaría haber reciclado ese aire en contarte
que cuando te miro el mundo es menos feo,
que mis días mejoran si tú estás dentro
Que provocas en mi corazón explosiones de ternura y amor fraternal
que en mi mente expande paz tu nombre
y se me llenan los labios y el pecho al pronunciarlo, Salam
s a l a m
Me gusta imaginarme El Cairo hace quinientos años
y las calles de Kabul hace cien
y tu Siria toda entera sin romper hace veinte
Me gusta imaginarme a millones de personas que durante siglos
se saludan con tu nombre:
mujeres, hombres, niñas que compran el pan en Damasco
y antes de pedirlo dicen tus cinco letras
El mundo entero te llama
a ti, cada día, sin saberlo
Porque dentro de ti albergas al mundo entero
y la respuesta y el camino a todo son tus cinco letras
Salam, que bailan en mi boca y me resuenan a vida y paz y a ecos de otro mundo
a amores de otro mundo
y jardines de otro mundo
Tu nombre cicatrizado bajo mi clavícula
Te me escapas despacio e inalcanzable no físicamente
sino moral y espiritualmente
Renuncio a ti desde lejos y en silencio
sin que tú lo sepas
Para no romperte
