Crema dura, quemadura

Se me enciende el primer chakra cuando te miro la piel

esa piel de otro mundo,

luna de agosto,

tan blanca que se me antoja irreal

Quiero recorrerte cada rincón del torso con la lengua

quiero aplastarla fuerte contra tus venas y sentir tus latidos

Moverme encima de tus rodillas como un péndulo errante

Quiero abrir tanto mi boca

que abarque tanto de ti que ya no haya límite

Quiero tocarte con las palmas anchas de quien coge agua en el río un día de verano

y se la lleva a los labios secos y salados

Quiero agarrarte completo, redondo, tibio

con mis palmas de pan recién hecho

Amasarte los músculos un domingo por la mañana

con la luz entrando por la persiana de madera

Quiero dibujarte caminos empapados en el cuello

y dentro de las orejas

hacerte temblar , ponerte tenso, lleno, duro

Quiero que tus manos me aprieten despacio

como si mi cintura fuese cerámica en un torno

Quiero llenarte de agua, de aceite y de canela

Quiero abrirme como una flor en time-lapse

y que me llenes entera, mi espalda se curve y yo sostenga la respiración

Quiero que undas tus labios entre mis piernas

y nos sintamos inmortales y parte del universo

Que los límites de nuestros cuerpos se deshagan en el todo

Que en la habitación haya tanta agua que tengamos que abrir las ventanas y las puertas

Que el Albayzín se llene de ríos con olor a jazmín

que el Darro se ensanche tanto que por la mañana todo el barrio se levante confuso

y embriagado como en El Perfume

Quiero llenar tu cuerpo, trigo y lluvia,

de saliva, limón y flores

Quiero explosionar en una danza frenética

pero suave

encima de ti, rítmica, primitiva, divina

Quiero llenarte de todo

y que me llenes

Y reventar los cristales con gemidos

que la onda sonora baje todo San Gregorio como un huracán

y las lámparas de las teterías estallen

Y entre la confusión suenen las campanas de la iglesia del Paseo de los Tristes

Y caer a tu lado despúes

colmada, mojada, fibrada y suave

que mis ojos se tornen vidriosos y se me rasguen

se me ricen las pestañas y me ría por dentro,

y te sonría por fuera

Te quiero ver así,

Vulnerable, contento, calmado, satisfecho, blando

Y sin miedo.

Salam

Escrito en 2017

El vacío absurdo de mi cuerpo en caída libre ante palabras

Ante esas palabras que me arrebatan la parte de futuro egoísta

que quería construir contigo

Un mensaje frío que me raja las expectativas

la impotencia de perderte del todo cuando en silencio

había dado el primer paso para tenerte a mi lado

de alguna absurda y utópica manera a mi lado

A mi lado tus ojos oscuros, tus rizos aéreos

Te pierdo sin haberte tenido

sin haberme atrevido

para no romperte

Para no romperte me he mentido, me he convencido, me he arrepentido, me he hecho olvidar

Olvidarme de la corriente de aire que me atraviesa las costillas cuando pronuncio tu nombre, Salam

Cuando te encuentro tras los cristales, tras el cuaderno

Cuando te encuentro detrás de tu timidez. A ti

Se me escapa entre los dedos tu persona etérea

y el aire, que tiene mucho más sentido cuando lo expulso en tu dirección,

cargado de palabras superfluas y cotidianas que no nos interesan

Me gustaría haber reciclado ese aire en contarte

que cuando te miro el mundo es menos feo,

que mis días mejoran si tú estás dentro

Que provocas en mi corazón explosiones de ternura y amor fraternal

que en mi mente expande paz tu nombre

y se me llenan los labios y el pecho al pronunciarlo, Salam

s a l a m

Me gusta imaginarme El Cairo hace quinientos años

y las calles de Kabul hace cien

y tu Siria toda entera sin romper hace veinte

Me gusta imaginarme a millones de personas que durante siglos

se saludan con tu nombre:

mujeres, hombres, niñas que compran el pan en Damasco

y antes de pedirlo dicen tus cinco letras

El mundo entero te llama

a ti, cada día, sin saberlo

Porque dentro de ti albergas al mundo entero

y la respuesta y el camino a todo son tus cinco letras

Salam, que bailan en mi boca y me resuenan a vida y paz y a ecos de otro mundo

a amores de otro mundo

y jardines de otro mundo

Tu nombre cicatrizado bajo mi clavícula

Te me escapas despacio e inalcanzable no físicamente

sino moral y espiritualmente

Renuncio a ti desde lejos y en silencio

sin que tú lo sepas

Para no romperte