Tusa Éire

I have spent days, months centuries trying to glimpse the essence of this ethereal country.

I had never heard before of the name of this devastating river which divides the town in two: the Liffey.

Now, I’m in love with its bridges.

If I stop in the middle of Happenny Bridge I can feel how the city quivers around me alive, alien

As a shimmering self made of iron, lamps and coats.

In the middle of nowhere, accompanied just by a homeless man, the homeless man of Happenny Bridge.

He is the only person who stops in the middle of the bridge, as I do.

I often wonder if the city appears as an alien self to him, too.

I have spent months looking for the essence of this grey and mythical Ireland.

I figured out that I did a thousand of times: in the wind ;in the accent of my professors during the endless lectures in the University theatres; in the shape of the lame fox which visits the garden every night; in the joy of three blond boys having a Guinness in a pub, in the impressive landscape of the Cliffs of Möher; in the sky that threatens to rain every single morning; in the impossible green of the hills through the bus window; in the Irish soundtrack that reminds me of war ballads sung by soldiers in exile to remember their green mother country, which bears the name of a mythical princess.

However, I didn’t achieve to make it mine, to feel the essence of this country until I looked into your eyes. The blue of your eyes challenged the grey of the sky. Meanwhile the wind was playing with my curls I saw in slow motion how Ireland spread out in front of me.

Ballads, waterfalls, the Liffey, the wind, the rain, and a past of fights, rested between your eyelashes.

Then, I understood: Ireland is you.

 

 

Versión en español:

Llevo días, meses, siglos intentando vislumbrar la esencia de este país etéreo.

Nunca antes había escuchado el nombre de este río demoledor que parte la ciudad en dos: el Liffey

Ahora estoy enamorada de sus puentes

Si me paro en medio de Happenny Bridge siento cómo la ciudad revota a mi alrededor, viva, ajena

Como una masa luminosa de acero, farolas y abrigos. En medio de la nbada, acompañada en esencia por un mendigo, el mendigo de Happenny Bridge. es el único que también para en el centro del puente como yo.

Me pregunto si a él también le parecerá una masa ajena y viva la ciudad

Llevo meses buscando la esencia de esta Irlanda gris y mítica. Creí encontrarla mil veces; en el viento, en el acento de mis profesores durante las largas horas en los teatros de la universidad, en la figura del zorro cojo que visita todas las noches el jardín, en la alegría de tres rubios brindando ebrios en un pub, en el paisaje imponente de los acantilados de Möher, en el cielo que se cierne sobre mi cabeza amenazando lluvia todas las mañanas , en el verde imposible de las colinas a través de la ventana del autobús, en la banda sonora frenética que recuerda a baladas de guerra que cantaran los soldados exiliados para recordar a su verde madre patria con nombre de princesa mítica

Sin embargo, no conseguía hacerla mía, palpar, sentir la esencia de este país hasta que te miré a los ojos

El azul de tus pupilas desafiaba el gris del cielo. Mientras el viento jugaba con mis rizos, vi cómo a cámara lenta  Irlanda se desplegaba ante mis ojos.

Las baladas, las cascadas, el Liffey, los puentes, la lluvia y un pasado de lucha estaban guardados entre tus pestañas.

Entonces lo comprendí: Irlanda eres tú.

Formidable

Caminaba así, con un suspiro eterno en el brillo de sus pupilas

Como siguiendo una danza coordinada su pelo, su bufanda, su cintura tan breve

Recorrían los andenes de una estación nublada

Ella era maravillosa, ella era de otro mundo

Las comisuras de sus labios tenían un aliento a bohemia

Me daba la impresión de que cada vez que esbozaba una sonrisa

Una orquesta completa de violines melancólicos comenzaba a dar un concierto

En alguna parte del mundo

Ça voulait dire tu es Jolie, la Bohème

La Bohème era ella, así de trágica, de perecedera, de inadvertida

El corazón roto con un golpe seco se le había transformado en una rosa de tinta

Boom! Serena, al ritmo de su pelo efímero

Ella era tan maravillosa

Su misterio, su atmósfera, su cadera bailaba entre los trenes

Tan irrepetible como las lilas de Montmartre

Yo la seguía como un fantasma a caballo, ajena a su alma

Sonaba en mis auriculares: “you are the one for me , for me, for me, formidable”

Imaginé que se giraba y clavaba sus ojos negros y trágicos en mí

Imaginé una carcajada dinamitar en sus labios rojos

Y que cogía mi mano y bailábamos como en Siete Almas

Una danza de despedida inminente

La vi alejarse y entrar en el tren

Cómo posando sus dedos en el cristal acariciaba su hielo

Y lanzaba un beso al horizonte.

No a mí, al horizonte

Sonó el pitido chirriante del tren marchándose

 

Salí a la calle mojada, me escondí bajo mi bufanda de cuadros

Ya no había nubes, starry starry night

Elle était formidable, il était fort minable

Ella era maravillosa, él era un miserable

El que le prendió fuego al corazón para dejarla sola en ese andén extranjero

Miserable, se lio un porro con las cenizas del corazón de ella

Miserable, elle était formidable